martes, 1 de abril de 2014

Agricultura sostenible para un mundo mejor. 3).- La biomasa.

Voy a intentar hacer una entrada muy sencilla y clara. Voy a seguir para ello un esquema tomado del diario "La opinión de Zamora".
 
Lo primero es aclarar que la biomasa es un material de origen biológico y como principales utilidades energéticas podríamos con ella:
  1. Producir electricidad.
  2. Producir calor: por radiación, ventiladores de aire caliente, etc.
  3. Ambas cosas.
 
Tenemos diversos tipos de biomasa:
 
  1. Residuos agrícolas: paja, tallos, hojas, la parte leñosa de la mazorca de maíz, etc. Es muy importante aquí señalar que estos restos son (pese a un proceso químico complicado) suceptibles de aprovechamiento en la producción de biocombustibles, reservando el grano para el consumo humano. Pero este es otro tema que trataremos pronto.
  2. Residuos industriales: todo tipo de cáscaras de frutos secos (de piñón, de almendra, de pistacho,...) huesos de aceitunas, los sarmientos subproducto de la poda de la vid, etc.Otra posibilidad son los restos de serrerías (virutas y serrines) y diversos tratamientos de la madera siempre que no lleven incorporados tinturas tóxicas, etc.
  3. De origen forestal. Restos de podas y clareos en las explotaciones silvícolas, restos que de por sí no tienen un uso maderable tradicional. Esto contribuye notablemente a evitar incendios, mantener en un estado adecuado y saneado muchas masas forestales, crean un empleo sostenible en zonas de difícil acceso. Se hace más rentable el aprovechamiento maderero al dar un contenido económico a ciertas tareas de mantenimiento necesarias (claras, podas, desbroces).
 
Bueno, y ¿qué tipo de residuos, qué formas tienen?:
 
Es muy variado: tenemos leña troceada, astillas, pellets, y lo visto de huesos de aceitunas o cáscaras trituradas, etc.
 
Todos estos residuos podemos utilizarlos de muy diversas formas:
 
  1. En chimeneas, estufas metálicas, cocinas económicas, calderas de alto rendimiento, estufas de mampostería, etc, para producir calor.
  2. En calderas específicas para astilla o pellet.
  3. En calderas policombustibles (leña-pellet, etc). Son más caras, pero más versátiles a la larga y te permiten utilizar en cada caso el combustible más económico, adecuado y cercano.
  4. En calderas para producción de electricidad o mixto electricidad-calefacción. Podemos rizar el rizo; actualmente una marca austriaca dispone de un modelo de caldera a pellets que combina un depósito acumulador de agua calentado con el sol con los pellets cuando éste es insuficiente y ADEMÁS PERMITE la PRODUCCIÓN de 1,5 Kw DE ELECTRICIDAD. Cuando esto se desarrolle más con biomasa nuestros hogares serán prácticamente autosuficientes (utilizando una pequeña batería para permitir el arranque).
 
Es más barata que el gasoil (pese al precio muy superior de la caldera, se amortiza rápido) pues el precio del combustible se acerca a la mitad del gasoil. En el caso de la astilla es de casi un tercio (el problema es la mayor necesidad de espacio de almacenamiento).
 
Se puede comprar en muchos establecimientos específicos o también cada vez más en los generalistas. Muchos establecimientos te surten en casa el combustible.
 
En su uso vamos a apreciar dos extremos de la biomasa.
 
  1. Una caldera de biomasa puede ser instalada por una gran cantidad de distribuidores autorizados. Su uso es muy sencillo (son automáticos y el encendido es eléctrico, tienen mando a distancia, la carga del combustible puede hacerse con un sinfín automatizado, dejan muy escasos residuos que se limpian de forma sencilla sacudiendo el cenicero, ...)
  2.  
  3. Una estufa rusa (el otro extremo) tiene un uso parecido al de una caldera de leña convencional con la comodidad de realizar solo dos cargas al día en lo más crudo del invierno, además puedes calentar ACS o toda la casa (de forma sencilla o compleja), cocinar y hornear, el calor es sanísimo, etc. Ciertamente la limpieza es menos cómoda y mancha más (el uso es el equivalente a la cocina económica o bilbaína o de hierro fundido de toda la vida).
 
Los residuos se pueden emplear como abono y sus emisiones de CO2 no aumentan el CO2 del medio ambiente pues derivan del uso de un recurso sostenible.
 
Actualmente en España el uso de los recursos de la biomasa se limitan a un 7% del total (es un dato que he recogido, pero puede ser corregido), queda aún un 93% por utilizar.
 
La biomasa, en todas sus posibilidades, es un recurso renovable, ecológico, creador de empleo en zonas periféricas y con menor desarrollo, complementario de otros usos, reduce la dependencia del sucio petróleo, es más ético pues cada país puede obtener la mayor parte del suyo sin necesidad de explotar otros países, ¿qué más puedo decir?.
 
De verdad, es muy recomendable y variado, desde una estufa rusa para una pareja joven a una caldera de pellet con carga automatizada para personas con problemas de movilidad tenemos una diferente serie de respuestas para diferentes necesidades.
 
La agricultura debería provecer muchos de nuestros recursos energéticos a base de una racional y ética utilización de los residuos agrarios y de una adecuada explotación de los recursos forestales. Bosques, cultivos y setos según cada parte del mundo deberían ser utilizados con racionalidad y respeto por el medioambiente y las generaciones venideras.
 
Espero que esta entrada sea muy sencilla de entender.