jueves, 18 de abril de 2013

Utilización de la cocina rusa.

Con el modelo que puedes descargar en esta página, puedes cocinar, hornear, calentar agua y vivienda con un único fuego, pero tiene varios condicionantes claros.   
Normalmente, las estufas de mampostería se usan principalmente para calentar la vivienda. Para ello se suele hacer uno o dos fuegos al día, con una carga de leña bien cortada y seca, de un tamaño  homogéneo siendo el objetivo aquí conseguir un aprovechamiento máximo de la energía de la leña. Eso se consigue:
  1. Primero, con una excelente combustión, lo más eficaz posible (con aire suficiente, una hogar construido de modo que pueda alcanzar una temperatura altísima para no solo conseguir la combustión del oxígeno, sino además también una combustión perfecta del carbono, lo que se consigue a temperaturas mucho más altas que la del oxígeno -leed la página stove.ru en los artículos al respecto-).
  2. Y además, almacenando la mayor cantidad de esta energía calorífica en su enorme masa, gracias a su largo recorrido, de modo que la temperatura de salida por la chimenea sea muy baja.
A veces, se busca la máxima eficacia incluso al encender el fuego. Para ello, si entráis en páginas como MHA Masonry Stove, observaréis (muchos con sorpresa), que buscando la máxima eficacia, disponen la leña más gruesa en la parte INFERIOR del hogar y la más menuda en la parte SUPERIOR que es donde encienden la leña, de modo que el fuego se inicia de ARRIBA ABAJO. La razón de ésto es evitar al máximo la contaminación y conseguir la mejor combustión desde el principio.
Hay modelos, como algunas Kachelofen, que incluyen unas chapas para dispersar el calor de forma más rápida. Otras, como la teplushka rusa, incluyen chapa de cocción. Otros modelos incluyen horno. Muchos  modelos, como el finlandés o contraflujo, incluyen un serpentín para el agua caliente sanitaria.   Si ponemos más aditamentos, conseguimos MÁS VERSATILIDAD, pero MENOS EFICACIA, ¿está claro?.  



Recorrido completo de los humos
Pues bien, este modelo se basa en algo menos de eficacia, a cambio de mayor versatilidad. El lema sería: un sólo fuego sirve para cocinar, hornear, calentar agua y vivienda.   Como es un modelo híbrido entre un doble campana y una kachelofen, en la parte relativa a la doble campana, es claro que poner una chapa de hierro fundido directamente sobre el fuego (en la zona de la primera campana) para cocinar perdemos mucha eficacia. (Para perder muy poca eficacia deberíamos poner los hornos, placa, depósitos de agua en la segunda campana -donde están en este modelo el segundo horno y la paila, pero entonces la chapa de cocción sería mucho menos potente; se trata de buscar un equilibrio). Pero esta pérdida podemos limitarla siguiendo unas sencillas pautas.  

PRIMERA. Si vamos a cocinar, freir, sobre la chapa. Utilizaremos entonces la leña justa necesaria y podremos dejar abierta la puerta nº 5. Por allí perdemos una cantidad enorme de calor. Para que os hagáis una idea aproximada, en una estufa normal, si tienes una chapa de 2 milímetros de hierro y la temperatura interior es de 300º C, la temperatura exterior es casi de 300º C también. Yo he tomado temperaturas cercanas a 500ºC en la parte exterior de la chapa (que es mucho más espesa, de hierro fundido) cuando el fuego está "alegre". Si intentas cocinar cuando el fuego está a tope te pueden pasar dos cosas simultáneamente:  
  1. Que se te queme de inmediato lo que cocinas (mi primer pan se carbonizó por la falta de experiencia) o que el aceite de la sartén se incendie. ¡Cuidadín!.
  2. Que toda esa energía calórica se pierda en su mayor parte por la chapa de la cocina y la estufa pierda eficacia (por ejemplo, que de un 80 % de eficacia baje a un 45 % -por poner un ejemplo, pues es un cálculo simplemente estimativo-). Además la energía, irá en su mayor parte a la cocina, donde posiblemente no la necesites.

Horno inferior, con la placa de cocción.

Recapitulamos, si cocinas en la placa, usa la leña justa. Aquí puedes usar leña de más larga duración, como encina o roble, o incluso un poco de carbón vegetal o mineral. Conseguirás una adecuada cocción o fritura con el gasto de leña justa.   A la vez podrás usar el horno superior para secar, calentar de forma suave, pero si el fuego no es vivo, no servirá para hornear.  

SEGUNDA. Si pretendes calentar la vivienda. Aquí puedes utilizar cualquier tipo de leña. La leña blanda (chopo, sauce, o bien manojos de sarmientos de viñas cortados a la medida) te sirven, también puedes utilizar ladrillos hechos reciclando papel (pero recuerda que si usas muchos las tintas contienen metales pesados y debes mandar las cenizas a la planta de reciclaje, y no a tu huerto). Todo vale, se trata de hacer un fuego con una gran potencia y alcanzar una tremenda temperatura que se acumulará en los casi 6 metros de recorrido de humos de la cocina rusa. El quid de la cuestión es que suministres aire a tope y en que CIERRES la PUERTA  Nº 5. Así el calor queda retenido en el horno inferior, y aunque la chapa de la puerta radia (puedes además aislarla, tu verás si es necesario o no), lo hace a una temperatura muy inferior a la chapa de cocción. De modo que las pérdidas térmicas por la puerta nº 5 son más pequeñas, el hogar está mucho mejor armado y la temperatura conseguida es mucho mayor.  

Mientras el fuego esté a tope, puedes usar el horno superior (puerta nº 11) para hornear suavemente o cocinar. Lo puedes abrir, pero es más eficaz cerrado. Después, cuando el fuego se extinga, si no abres la puerta, el calor se mantendrá y seguirá cociendo. Si ves que  baja la temperatura, siempre puedes ponerlo un rato en el horno inferior (puerta nº 5) y una vez que hierva con alegría, volverlo a subir al superior.  

A las dos horas de hacer el fuego potente, lo normal es que toda la leña se haya quemado, y el horno inferior tendrá (vigílalo, hay que tener práctica) la temperatura adecuada para hornear pan, carne, etc. La caída es progresiva. Si no necesitas hornear más lo tienes CERRADO simplemente, y así la autonomía de la cocina es mayor.  

  1. El sistema de hacer UNO O DOS GRANDES FUEGOS o CARGAS DE LEÑA al día, es cómodo y eficaz. La cocina funciona a modo de una calefacción central manteniendo las temperaturas bastante estables. 
  2. Además de lo anterior, puedes utilizar la modalidad de FUEGO CONTINUO, consigues más energía calorífica por unidad de superficie radiante, a cambio de una eficacia algo menor de la combustión, pero a veces puede ser útil.

Voy a intentar explicarlo, para que lo comprendáis. 

Imaginad que tenéis un modelo teórico, con un espesor uniforme de 10 centímetros en toda su superficie. Según las tablas (hay muchas tablas, aunque se parecen en general, con algunas diferencias según los materiales) del libro The book of Masonry Stoves.

Si el fuego es intermitente la radiación será de 620 Kcal/hora y m2 y si el fuego es continuo será de 740 Kcal/m2. ¿Qué conseguimos con esto?.

  • Es sencillo, tenemos una vivienda en un clima con abundante sol en invierno, es un clima duro, pero seco y soleado. Si nuestro modelo tiene 8 m2 de superficie radiante por 740 Kcal/ hora y m2 = 5920 kcal (siempre que lo construyéramos con los mejores materiales, similares a aquellos con los que se construyen las kachelofens; en otro caso el rendimiento es claramente menor), suficientes para calentar 55 m2 de vivienda bien aislada en la zona climática D de la península en los días que no dispusiéramos de sol con la ayuda exclusiva de la estufa en su modalidad de fuego continuo. Como en esa vivienda disponemos de una adecuada orientación al sur (en el hemisferio norte, viceversa en el hemisferio sur), superficie acristalada adecuada, muchos días soleados nos bastará con encender una o dos veces la estufa con una carga de leña adecuada. Este modelo además nos ofrece una autonomía de 12-15 horas según las tablas.
  • Por el modelo de fuego interrumpido conseguiríamos con dos fuegos al día un máximo de 4960, y eso, completado con los abundantes días de sol, sería suficiente.   Ahora bien, si nuestro clima, sea frío o no, se caracteriza por la abundancia de días nublados, y nuestra única fuente de calefacción es la estufa, convendría que para la misma superficie a calentar (55 m2) construyéramos un modelo más grande, con mayor superficie, pues será más adecuado y ahorrativo (La superficie sería de 9,54 m2).  

Dan dolor de cabeza estos cálculos, ¿verdad?. Pero bueno, cada persona debe cubrir sus necesidades según sus posibilidades, clima, ventanas y energía solar incidiendo en la casa según la orientación, etc. Espero que lo entendáis y no os resulte agotador.  

Pero veréis que así convertiréis el uso de la leña en un arte, sabiendo emplearla de la forma correcta, en su cantidad y modalidad más adecuada a vuestras necesidades.

Por ejemplo: en un día soleado, te duchas con el agua calentada por la noche en el depósito, cocinas tranquilamente con poca leña durante las horas centrales de la mañana. Después, a mediodía, pones una buena carga de leña para que la cocina acumule más calor en su masa. Dos horas después la irá soltando (cuando el sol pierde fuerza y necesitas aumentar la energía radiante de la estufa. Se ducha otra persona, etc. Por la noche, otra carga de leña, y radiará suavemente hasta la mañana siguiente. Es cuestión de práctica, permite muchas combinaciones.

1 comentario:

  1. son unas estufas con un alto rendimiento, solo hay que verlo en la construcción que tiene

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